Nos decían que todas las paralelas se encontraban en el infinito.
En las escuelas todo, todo era verdad.
Pero al salir al mundo -a la isla- veíamos que no.
Comprobábamos que aquella afirmación servía sólo para las
tierras firmes, para los continentes, que al parecer, precisan de
referencias abstractas con que ceñir lo innumerable.
En la isla, no. No hace falta en la isla recurrir a abstracciones.
Todas las paralelas aquí se encuentran en el mar, que es
tangible y concreto, y, como no, infinito, infinito... |
|